La primera impresión de cada proyecto ocurre en la aproximación inicial. Desde la fachada, cada parte genera sensaciones y emociones.
PTM Studio Design |15 · Septiembre · 2021
La primera impresión de cada proyecto ocurre en la aproximación inicial; en entender los elementos, sus texturas, su cromática, sus dimensiones, y cómo pueden llegar a influenciar al espectador de una manera más profunda. Desde la fachada, cada parte genera sensaciones y emociones: sus aleros, sus dimensiones, sus ventanas, y principalmente, como espacio de transición, el ingreso.
El ingreso marca una transición desde el exterior hacia el proyecto, entendiendo un cambio de escalas, una percepción espacial: de un espacio abierto a un ambiente acogedor. Cada característica del ingreso define el elemento, desde la materialidad hasta la configuración de partes que la componen. Lograr enmarcar el espacio se logra a través de estrategias de diseño, donde se busca la armonía entre los materiales y los elementos. Un ambiente más acogedor se puede lograr a través de materiales como la madera, iluminación cálida, y elementos permeables que permiten la visualización hacia los escenarios interiores.
Otra forma de lograr un impacto es el uso del color, donde el ingreso se convierte en el protagonista, generando contrastes y dando un toque contemporáneo.
Además de trabajar elementos específicos, como la puerta, los elementos como escaleras, cubiertas, columnas, vanos, entre otros, son parte de la experiencia de ingreso, donde la iluminación juega un rol clave para definirlos y hacerlos destacar como conjunto dentro de la composición de la fachada principal.
El ingreso de una casa es un elemento que permite destacar intenciones estéticas, desde mantener un lenguaje minimalista y sobrio, hasta agregar detalles y colores que rompen con la línea arquitectónica del proyecto, generando más dinamismo en el resultado final.
